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Revertir las medidas de Trump, entre ellas la construcción del muro

Joe Biden la esperanza de muchos migrantes

Redacción Central Washington DC-EEUU. – La posesión del presidente Joe Biden fue un hecho que generó mucha expectativa, especialmente en la comunidad latina que suma como 12 millones de personas indocumentadas, que trabajan y pagan impuestos en Estados Unidos, fuerza laboral que apoya el desarrollo de esta nación que es cosmopolita e intercultural, pues aglutina a toda la diversidad cultural del planeta. En ese contexto, “el nuevo inquilino” como denomina la prensa local al Presidente en la Casa Blanca hablo de legalizar a los migrantes y suprimir las medidas conservadoras de su predecesor Donald Trump, entre ellas la construcción del famoso muro con México.

Mucha es la expectativa por las determinaciones que asuma el nuevo presidente, que desde los Demócratas tiene que cumplir sus promesas electorales, entre ellas ser la esperanza de los migrantes. Ni bien se sentó en la silla presidencial, presentó al Congreso un ambicioso plan de legalización de la población indocumentada, aunque dependerá del Capitolio para que las medidas sean sostenidas en el tiempo, de momento firmó medidas ejecutivas para proteger a los “dreamers”.

Los famosos ‘dreamers’, también conocidos como ‘soñadores’ son aquellas personas que ingresaron a territorio norteamericano de manera ilegal cuando eran menores de edad, es decir, los infantes que crecieron en Estados Unidos sin los papeles de migración correspondientes, pero que pudieron inscribirse en escuelas primarias o secundarias, sin embargo, al crecer, se les ha dificultado tener estudios superiores o buscar trabajo, debido a la misma falta de documentos.

Joe Biden es el presidente numero 46 en la historia de EEUU, a sus 78 años, anunció  que gobernará para todos los estadounidenses, sus simpatizantes y opositores, habló de unidad nacional y de reconstruir en país devastado por el Covid19, pandemia que generó más de 400 mil muertos y más del 6% de la población infectada; a pocas horas de asumir el poder también habló de revertir las restricciones impuestas por la Administración Trump y frenar la construcción del muro en la frontera sur que colinda con México.

REFORMA MIGRATORIA

Tras la posesión, fuentes ligadas a la Casa Blanca informaron sobre la entrega del “Acta de Ciudadanía de 2021” al Congreso, un documento que deberá discutirse en el Capitolio para su aprobación, antes de convertirse en Ley. Los acápites del mismo, busca “restaurar la humanidad y los valores estadounidenses” al sistema migratorio del país. El plan se apoya en tres pilares: una “hoja de ruta” para la legalización y eventual ciudadanía de los 12 millones de inmigrantes indocumentados; más recursos para fortalecer la seguridad fronteriza de forma “inteligente”, y medidas para atender las raíces de la inmigración ilegal.

Bajo el proyecto de ley, los inmigrantes indocumentados presentes en el país desde el 1 de enero del 2021, podrán solicitar protección temporal y luego la residencia permanente o “green card” en un plazo de cinco años si se someten a una revisión de antecedentes y están al día con el pago de impuestos. Los “dreamers”, “tepesianos” y trabajadores agrícolas que reúnan una serie de requisitos, podrán solicitar la residencia permanente de inmediato.

Al cabo de tres años, todos los que ya hayan obtenido la “green card”, se sometan a una revisión de antecedentes adicionales y demuestren conocimiento del inglés y de la historia de EEUU, podrán solicitar la ciudadanía. Según el proyecto de legislación, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) podría hacer una exención sobre el requisito de presencia física, por razones humanitarias o de reunificación familiar, para quienes fueron deportados a partir del 20 de enero de 2017 y que ya llevaban al menos tres años en el país.

Se desconoce cuántos podrían quedar excluidos del programa de legalización debido a antecedentes criminales, o si se incluirá a migrantes en los centros de detención por ofensas menores. La medida fomenta la reunificación familiar al eliminar el veto de 3 y 10 años de reingreso al país para quienes llevaban más de 6 meses como inmigrantes indocumentados en el país, y aumenta las visas otorgadas bajo la “lotería de visas” de 55,000 a 80,000 al año.

Sin embargo, es importante precisar que este proyecto será discutido y consiguientemente será modificado: los Demócratas tienen el control de una de las cámaras del Congreso, mientras que el Senado esta dividido con los Republicanos; por ello, la normativa migratoria deberá tener consensos obligados, previamente pactados.

ADMINISTRACIÓN TRUMP

Pese a los candados que establece el Capitolio, el presidente Biden firmó 17 órdenes ejecutivas, que no requieren la aprobación del Congreso, para revertir algunas de las medidas más polémicas de la Administración Trump. Entre ellas, el flamante mandatario freno la construcción del muro en la frontera sur, un megaproyecto multimillonario de al menos 20.000 millones de dólares.

Biden también autorizó la continuidad del programa de “Acción Diferida para los Llegados en la Infancia” (DACA) de 2012, que ha dado cobijo a más de 650 mil jóvenes indocumentados en el país, y pidió al Congreso su inclusión en un programa de legalización permanente. También, modificó las prioridades de arresto de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés). Además, firmó una medida que pone fin a la llamada “veda musulmana”, con la que Trump impidió el ingreso a EEUU de extranjeros provenientes de ciertos países con mayoría musulmana, e instó al Departamento de Estado a reactivar el procesamiento de visas para las personas afectadas por esa política.

Al cabo de tres años, todos los que ya hayan obtenido la “green card”, se sometan a una revisión de antecedentes adicionales y demuestren conocimiento del inglés y de la historia de EEUU, podrán solicitar la ciudadanía. Según el proyecto de legislación, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) podría hacer una exención sobre el requisito de presencia física, por razones humanitarias o de reunificación familiar, para quienes fueron deportados a partir del 20 de enero de 2017 y que ya llevaban al menos tres años en el país.

Otra medida de Biden prohíbe la exclusión de inmigrantes indocumentados del Censo de 2020, tal como lo pidió Trump en julio pasado. Muchos de sus colaboradores aseguran sorpresas, mientras que los votantes esperan mano firme contra las disposiciones mas controvertidas en la Administración Trump.

SE ACERCA A LOS HISPANO

Tras la posesión las señales de acercamiento a los hispanos fueron interesantes, por ejemplo se reinstaló el portal en español de la Casa Blanca. Minutos después de la investidura del presidente Biden, se activó la página en español accesible desde el menú principal de The White House o directamente en whitehouse.gov/es.

El expresidente Donald Trump había eliminado la versión que había sido instaurada por George W Bush y continuada por Barack Obama en reconocimiento de los más de 40 millones de hispanoparlantes que viven en EEUU. Recordemos que Jennifer Lopez en el acto de proclama presidencial dijo, en medio de la canción interpretada, “justicia para todos”, grito que muchos la esperan.

Pero el rostro hispano esta vigente en la Casa Blanca, aunque aún faltan designaciones, que muchas de ellas deben ser aprobadas por el Senado, al menos 6 colaboradores directos tienen origen hispano. De ser confirmados, se tratará del gabinete también con mayor diversidad racial en la historia de Estados Unidos.

Y es que casi 50% de los nominados para las secretarías (como se conocen en EEUU a los ministerios) o puestos de alto nivel dentro de ellas son personas de color. «Este gabinete será más representativo del pueblo estadounidense que cualquier otro en la historia», dijo Biden a los periodistas en diciembre. Varios latinos ocuparán puestos en diversas secretarías. Frente a Seguridad Nacional estará Alejandro Mayorkas, de origen cubano; Xavier Becerra estará frente a la Secretaría de Salud, mientras que Miguel Cardona, de origen puertorriqueño, se encargará de la oficina de Educación.

Existe mucha expectativa a las determinaciones que se asuman, las batallas parecen visibilizarse en el Capitolio, muchos esperan que sean sólo confrontación de ideas y no de acciones, pues la toma del edificio el 6 de enero pasado, lesiono los valores que promueve esta nación en su esencia: la democracia.

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